Pobreza injusta
Poema – Pobreza injusta
POBREZA INJUSTA.
Llena de luces preciosas, de tráfico, comercios y personas…
Llena de vida, se encuentra la ciudad.
Pero, ¿ha mirado alguien hacia la oscuridad?
¿Se ha fijado alguien, en quién tiene detrás?
Pobreza injusta,
En una ciudad llena de riquezas,
¿Qué pasaría si todos aportáramos nuestro granito de arena?
¿Sería menor la condena?
Pobreza injusta,
En una sociedad corrupta,
repleta de maldad, prejuicios, egoísmo y egocentrismo.
Un mundo en desequilibrio.
Pobreza injusta,
En la que, mientras muchos tiran las sobras,
otros rebuscan en sus bolsas.
Y mientras algunos se quejan de su casa, su ropa, o su empleo,
otros mueren de frío en invierno…
Pero, poca gente quiere darse cuenta,
Pues es más fácil darse la vuelta…
Pobreza injusta,
Que sencillo es querer más cuando se tiene todo,
Y que fácil es juzgar a los demás…
Excusarnos a nosotros mismos,
para no sentirnos mal, por no querer ayudar…
“Quizás se lo buscó” podríamos pensar…
Eligieron mal sus cartas, o no supieron jugarlas,
Puede que tomaran una mala decisión,
Quizás no buenas compañías, ¿alguna adicción?
Alguien se la jugó, su camino se torció…
Una traición, un abandono, un despido, un desahucio…
O simplemente mala suerte.
¿Qué importancia tiene el por qué?
Es prácticamente una condena a muerte.
Pobreza injusta,
¿Acaso vivir es sólo para los ricos?
¿No tienen derecho todos a un techo fijo?
Necesitamos un mundo más justo,
En el que todos, iguales, vivamos a gusto.
Noelia Pedraza.
Canciones:
Reflexión personal:
Sé que la justicia es imposible, que nunca habrá un balance, que siempre habrá personas muy ricas y siempre habrá personas muy pobres.
Sé que es imposible que podamos ayudar a todo el mundo, que podamos solucionar las vidas de los demás…
Pero también pienso, que si todos aportáramos un poquito más de nosotros, una pequeña ayuda, un pequeño gesto de empatía, todo sería mejor.
He vivido casi toda mi vida en mi pueblo natal, y una de las cosas que más me chocaron cuando vine a vivir a la gran ciudad que es Barcelona, fue ver a tantísimas personas sin techo. Personas rebuscando comida en la basura, personas congeladas en invierno, de rodillas suplicando ayuda, con vasos de plástico en los que apenas hay unos escasos céntimos, personas con discapacidades, pidiendo y sin ninguna ayuda…
Puede que para la mayoría, sea algo del día a día, pero yo me sentí muy impactada y me sigue impactando.
Hace poco leí en un libro el siguiente párrafo relatado por un personaje que era vagabundo (La sombra del viento – Carlos Ruiz Zafón):
“La mayoría sólo salíamos de noche, cuando el mundo no mira. Conocí a muchos como yo. Raramente los volvía a ver. La vida en la calle es corta. La gente te mira con asco, incluso los que te dan limosna, pero eso no es nada comparado con la repugnancia que uno se inspira a sí mismo. Es como vivir atrapado en un cadáver que camina, que siente hambre, que apesta y que se resiste a morir.”
Cada persona es diferente, y cada uno lo vivirá de una manera, y sentirá diferentes emociones, pero, no creo que sea plato de buen gusto verte en una situación tan límite en la que tengas que pedir limosna. Sentirte excluido de la sociedad, inferior, con menos derechos, tener que resignarte.
Espero que algún día pueda haber más justicia y todos tengamos el mismo derecho a vivir y a disfrutar de la vida, y que cada vez más todos nos concienciemos y no miremos hacia otro lado.
Que si piensas que esa persona va a malgastar tu dinero en tabaco o alcohol, cómprale una barra de pan, un bocadillo, una botella de agua…hay tantas maneras de ayudar, que las excusas no sirven.
La canción de Another Day, de Phil Collins, habla sobre la pobreza extrema. Es la propia persona sin techo la que «cuenta» la canción, diciendo que para él o ella, que vive en la calle, si tuviera un hogar sería como estar en el paraíso. Algo que para las personas que lo tenemos, es lo normal y no significa algo del otro mundo en el día a día.
Esta es mi reflexión, o una pequeña parte de lo que pienso sobre este tema.
Puedes compartir tu opinión si lo deseas, en los comentarios.
¡Gracias por leerme!